Comisiones Obreras de Aragón | 20 abril 2024.

Gracias a la contratación estival

A pesar de la mejora del empleo se empiezan a notar los primeros síntomas de la desaceleración económica

  • El paro baja solo en 16.200 personas en verano, su peor cifra desde el 2012. Este dato muestra los primeros síntomas de la desaceleración económica puesto que esta caída es inferior a todos los terceros trimestres de los últimos siete años.

Los datos de la EPA del tercer trimestre de 2019 advierten que 63.900 personas no tienen trabajo en Aragón, 1.200 personas menos que en el segundo trimestre del mismo año (un -1,83%) y 300 personas más (un 0,51%) si los comparamos con el mismo trimestre en 2018. En España, el número de parados se sitúa en este trimestre en 16.200 personas (–0,50%) y hace un total de 3.214.400 personas sin trabajo. Aragón se comporta mejor que el conjunto del Estado. Esta aparente paradoja no es nueva y responde a la mejora de la contratación pública en Aragón y a unas campañas excepcionalmente buenas en los primeros meses de verano, tanto en los sectores agrarios como en el sector turístico de los servicios.Los datos más positivos nos indican un incremento de la población activa, especialmente en mujeres que suma más de siete mil nuevas empleadas interanuales. Por sectores destaca el buen comportamiento de la industria y la construcción.

24/10/2019.
72.600 aragoneses y aragonesas no tienen trabajo

72.600 aragoneses y aragonesas no tienen trabajo

La tasa de desempleo se estima en un 9,69%. Si desgranamos los datos por provincias, la más afectada por el desempleo es Zaragoza con 50,100 parados y una tasa de desempleo del 10,31%. Le sigue Huesca con 8.700 personas sin trabajo y una tasa de paro del 7,88%. 5100 personas se encuentran sin empleo en Teruel y la tasa de desempleo se sitúa en el 8,09%.

Siguen siendo ellas, las que sufren con mayor virulencia el paro. Del total de parados, 32.800 son mujeres y 31.100 son hombres. La tasa de paro de los varones se sitúa en el 8,67% y la de las mujeres en el 10,92%. Sin embargo, en el tercer trimestre de 2018, 36.300 mujeres no tenían empleo y 27.200 varones estaban en paro. Lo que supone que actualmente hay 3.500 mujeres menos en el desempleo (un 9,65% menos respecto a 2018).

En cuanto al tipo de contrato, actualmente hay 386.600 personas con un contrato indefinido en Aragón. Si comparamos los datos con el trimestre anterior hay 5000 personas más con un contrato fijo y si lo hacemos con el mismo periodo temporal en 2018, 35.000 contratos indefinidos más. En cuanto a la contratación temporal, en Aragón hay 106.700 personas con este tipo de contrato. Si comparamos los datos con el trimestre anterior, cae la contratación temporal en 4.700 y si lo hacemos con el mismo periodo temporal de 2018, hay un descenso de 24.600 personas con contrato estacional.

Por sectores, aumenta la contratación en todos salvo en la agricultura. En el campo hay actualmente 33600 personas trabajando. Cae la ocupación en 800 personas si comparamos los datos con julio de este mismo año y 1100 personas si lo hacemos con el mismo trimestre de 2018. En el tercer trimestre de 2019, hay 118.900 personas trabajando en la industria aragonesa, aumenta en 2.600 personas respecto al trimestre anterior y 4.800 si lo comparamos con 2018. En la construcción, actualmente trabajan 40.200 personas. Mejoran los datos con un incremento de 3.200 personas si los comparamos con julio de 2019 y 3.900 personas si lo hacemos con el año pasado. El sector servicios sigue ostentando el mayor número de ocupados con 402.500 personas. Aumenta en 3.800 con el trimestre anterior y 14.300 si comparamos los datos con el mismo trimestre en 2018.

Conclusiones y actuaciones

A pesar de lo positivo de estos datos, en algunos aspectos, desde CC.OO. Aragón consideramos que es imprescindible un acuerdo para impulsar el empleo de calidad dentro del Diálogo Social que hemos renovado esta semana los agentes sociales.

Aumento de los salarios.- A través de la negociación colectiva es preciso que los beneficios empresariales repercutan en los salarios y condiciones laborales de las y los trabajadores, de forma que se pueda impulsar el consumo interno evitando una paralización de la incipiente recuperación económica.

A todo esto deben sumarse otras medidas como son el incremento del salario mínimo, la subida de las pensiones, la derogación de las reformas laborales y una política fiscal progresista que permita una redistribución más justa de la riqueza y reduzca la desigualdad y el riesgo de exclusión social.